«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 2 de enero de 2011

Algunas propuestas literarias para empezar 2011.

Herme Cerezo


Recién digeridos los turrones y el champán, el marisco, los polvorones y el jamón de Jabugo (quien se lo haya podido permitir), con la crisis a cuestas, la subida del gas, el precio de la gasolina – del que nadie dice nada y que alcanzó cotas insospechadas hace tiempo para no bajar nunca más –, el incremento del recibo de la luz – ¿la explicación esa del café se la cree alguien? –, la prohibición de fumar en casi todas partes – ¿van a dejar de prohibirnos algo? –, la jubilación pospuesta – ¿a quién le importa que la gente lleve trabajando treinta o cuarenta o cincuenta años y tenga ganas de disfrutar de un merecido descanso? – y todos los incrementos y nuevos impuestos, que mentes torticeras urdirán a lo largo de 2011 para jorobar al personal un poco más – obviamente, no quería escribir jorobar, pero es políticamente más correcto, mis improbables lectores –, quizá sea un buen momento para tomarnos un receso y distraer nuestra existencia de un modo algo más económico. Me estoy refiriendo a la posibilidad de tomar carrerilla, respirar hondo y cobrar nuevas fuerzas, “renovato impetu”, se decía en latín, para afrontar lo (o la) que se nos viene encima con la ayuda de algunos libros. Por este motivo, se me ha ocurrido preparar un manojo de títulos que pueden interesarles y que, desde luego, contribuirán a que su mente divague por derroteros menos duros que la realidad que nos aguarda, un día tras otro, a la vuelta de la esquina. Son obras, en algunos casos, bastante alejadas de lo que suelo leer habitualmente pero que, por algún motivo, han llamado mi atención.


En primer lugar, les recomendaría la lectura de varios libros de relatos breves, de esos que se leen en poco tiempo, que atrapan nuestra atención al máximo y que luego nos sueltan sin mayores ataduras, aunque algunos nos dejen cierto poso en nuestro interior. Y el primer título que me viene a la cabeza pertenece al poeta, articulista y escritor valenciano Carlos Marzal: ‘Los pobres desgraciados hijos de perra’, Tusquets Editores, un excelente puñado de cuentos que repasan los principales temas con los que nos tropezamos a lo largo de nuestra vida: el amor, la muerte, la juventud, la enfermedad, la ancianidad, las drogas, el deporte ... El verbo de Marzal tiene la suficiente pátina de calidad como para construir universos enteros en apenas poco más de treinta páginas. Otro buen volumen del género breve es el titulado ‘El menor espectáculo del mundo’, de Félix J. Palma, editado por Páginas de Espuma, que nos sumerge en el particular y sugerente universo de este escritor andaluz, en cuyos textos siempre ocurre algo peculiar y ninguno acaba como esperábamos que lo hiciera. Ya metidos en harina cuentista, tomen nota también de ‘Los que llegan por la noche’, publicado por Versos y Trazos, un volumen que recopila los relatos premiados del escritor Vicente Marco, cuya lectura no puede menos que despertar en nosotros escepticismo hacia la realidad, fascinación y, por qué no decirlo también, un cierto temor a lo que desconocemos. Por último y en un ataque de falsa modestia, me atrevo a recomendarles el libro colectivo ‘Valencia Criminal’, una variopinta selección de cuentos policiales, radicados en la ciudad de Valencia, escrito por un grupo de plumíferos de Valencia y Castellón entre los que me cuento. Es un libro ecléctico, pero quizá precisamente en ello radique su mayor virtud.

Dentro del terreno de la investigación histórica, les señalo dos títulos bien diferentes. Por un lado, ‘Isabel II. Una biografía (1880-1904)’, publicado por Taurus, de la catedrática de Historia Contemporánea de la Universidad de Valencia, Isabel Burdiel, un documentadísimo y extenso trabajo sobre Isabel II, que pone punto final, de momento, a los trabajos anteriores que la propia autora ya había publicado sobre el mismo personaje. El libro no se limita a la vida de la reina española, sino que también comprende un detenido análisis sobre los partidos políticos y la sociedad de la segunda mitad del siglo XIX. En resumen, un fresco minucioso sobre la España que le tocó gobernar a la soberana nacida en Madrid. Al otro lado de la investigación, en el territorio periodístico, no por ello menos auténtica ni rigurosa, tenemos ‘La Transición sangrienta. Una historia violenta del proceso democrático en España (1975-1983)’ de Ediciones Península, escrita por el periodista y literato alicantino Mariano Sánchez Soler. En él podemos encontrar una descripción pormenorizada de todos aquellos instantes cargados de violencia – terrorista o estatal – que, de un modo u otro, afectaron al tránsito de la Dictadura a la Democracia. Desde los sucesos de Montejurra (1976) hasta los GAL, pasando por el FRAP, la ETA, la matanza de Atocha, el Batallón Vasco Español o el asesinato de Yoyes. Y todo bajo la firme, convencida y, sobre todo, nítida escritura de Sánchez Soler, que no duda en meter el bisturí allí donde haga falta. Para los interesados en otro tipo de ensayo, éste de carácter lingüístico, se anuncia particularmente interesante ‘La andadura del Español por el Mundo’, también editado por Taurus, Premio de Ensayo Isabel Polanco de la Fundación Santillana, y obra de Humberto López Morales, Doctor en filología románica por la Universidad Complutense de Madrid y secretario general de la Asociación de Academias de la Lengua Española. Dado el título, que no puede inducir al equívoco, no resulta necesario comentar nada acerca de su contenido.

En narrativa larga, o sea, no breve, no está de más echarle una lectura a ‘El último grado’ de Pablo Sebastiá, publicado por El Full, un thriller sobre la expedición, ficticia naturalmente, realizada por un grupo de ejecutivos al Polo Norte, que pone, accidentalmente, al descubierto quién mueve los hilos en el mundo globalizado que nos ha tocado vivir. Y no olviden que ‘Riña de gatos’ de Eduardo Mendoza, ‘El tiempo mientras tanto’ de Carmen Amoraga, ganador y finalista del Premio Planeta 2010, respectivamente, ‘El sueño del celta’ del nobelado Vargas Llosa o ‘Inés y la alegría’ de Almudena Grandes pueden ayudarles a pasar muy bueno ratos y a descubrir ciertos aspectos de tiempos pasados y actuales que, en ocasiones, pasan desapercibidos a nuestros ojos.

Guardo para el final una joyita, editada por Valdemar en 2010. Se trata de la reedición de los ‘Cuentos completos’ de Óscar Wilde. Todo un clásico. Como el mismo título indica, estamos ante un volumen, primorosamente encuadernado y presentado – lástima que una editorial, tan meticulosa y preciosista, como Valdemar también comience a descuidar el control de pequeños errores de escritura, que tan nervioso me ponen, incluso en la contraportada –, que recoge todos los cuentos que publicó en su día el escritor irlandés. Es una delicia leerlos, en especial el primer cuarteto de relatos, de marcado tinte policial, para cualquier lector que se precie de serlo. Las descripciones del Londres victoriano tan parecido del actual, tan distinto a la vez, aunque someras, no tienen desperdicio.