«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

miércoles, 20 de junio de 2012

Brian Boru's March, James Galway, Ramón Trecet y unos recuerdos

Mañana es un día que, de repente, gracias a la literatura y a la música se ha convertido en especial. Jueves. Un jueves especial. A primera hora de la tarde estoy citado con un escritor que acaba de publicar un libro de éxito, ambientado en la Irlanda de finales del primer milenio. La novela, por lo que llevo leído hasta ahora, se me antoja muy musical. Como toda Irlanda, claro. A lo tonto a lo tonto, me he puesto a rebuscar las piezas musicales irlandesas que hay en mi modesta discoteca. Prácticamente sobrepasan, de largo, los dos centenares. Desde la mítica 'Woman of Ireland' que escuché por primera vez en la película 'Barry Lindon', dirigida por Stanley Kubrick, hasta cualquiera de las composiciones de The Chifteans o de Lean O'Flynn. Son muchas. Sin olvidar, por supuesto, esas recopilaciones que, de vez en cuando, descubrimos en los grandes almacenes en las que bajo epígrafes tan sonoros como 'Espíritu celta', 'Aire celta' o 'Atardecer celta' encontramos una especie de versiones estándar que, como cortina sonora de fondo, nos ayudan a realizar otras tareas o simplemente a relajarnos. Son cedés balsámicos.

De todos estos temas hay uno, que escuché por primera vez en el programa que Ramón Trecet presentaba en Radio Nacional de España (Diálogos 3), y que nunca olvidé: 'Brian Boru's March' en versión de James Galway. El rey Brian Boru es un personaje que se cita en la novela que leo ahora y a cuyo autor, como mencioné antes, entrevistaré mañana. Navegando por la Red me he tropezado con una versión en directo interpretada por el propio Galway, acompañado por la Orquesta del Ulster. En el video hay otra pieza más que también conocía: 'Danny boy', de la que George Benson ha editado recientemente una versión libérrima a la guitarra (obviamente no podría ser con otro instrumento). En total son poco más de cinco minutos, pero creo que valen la pena.

Feliz jueves.

Herme Cerezo