«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

domingo, 5 de mayo de 2013

Albert Espinosa presenta en Valencia su novela ‘Brújulas que buscan sonrisas perdidas’.

Foto Susana Alfonso
El escritor Albert Espinosa (Barcelona, 1973), autor de las novelas ‘Si tú me dices ven lo dejo todo… pero dime ven’, ‘Todo lo que podríamos haber sido tú y yo si no fuéramos tú y yo’ y ‘El mundo amarillo’ anduvo por Valencia el pasado jueves para presentar en sociedad su nueva obra, ‘Brújulas que buscan sonrisas perdidas’, editada por Grijalbo. En la rueda de prensa convocada en el Hotel Astoria de Valencia, tiempo soleado, buena temperatura, Espinosa señaló que, como en sus obras anteriores, “siempre cojo a los personajes en un mal momento y los dejo en uno bueno. Creo que ‘Brújulas que buscan sonrisas perdidas’ es un libro de segundas oportunidades, donde se encuentra mi mundo amarillo y donde los protagonistas buscan un buen final para su historia”. El argumento discurre sobre “un joven que pivota alrededor de cinco mujeres. Es una novela sobre la familia en la que también aparece el dolor que es como una sensación suprema”. Para el escritor barcelonés, esta es su mejor novela. “He disfrutado mucho escribiéndola, conocía el final y he intentado llevar a los personajes durante el viaje”.
Con relación al título explicó que “a mí me gustan mucho los instrumentos para medir el viento. Me gustaría tener una brújula que hubiera perdido el Norte. Precisamente de esta idea nació el título. Durante su viaje, el protagonista va buscando una brújula que tiene sonrisas perdidas y al final la encuentra”. ‘Brújulas que buscan sonrisas perdidas’ es una novela unitaria, autoconclusiva, sin embargo contiene referencias a sus anteriores libros. “He intentado que todas mis novelas estén relacionadas, que muestren una parte, una cara, de lo que es el mundo amarillo, porque creo que el lector lo agradece y se identifica en seguida con la historia. De todos modos es una novela independiente, no forma parte de ninguna trilogía, se puede leer en solitario, pero como he dicho, sí guarda relación con las anteriores”.

Preguntado por dónde se le podía encontrar en el libro, manifestó que “es la novela que tiene menos cosas mías. He intentado crear un protagonista al que no me parezco demasiado, pero que sí atraviesa situaciones que me han ocurrido a mí en Boston, en Buenos Aires o en Londres. También he incluido cosas que me han contado los taxistas o gente de la calle”. Sobre la posibilidad de llevar la novela a la pequeña pantalla o al cine, Albert Espinosa no se mostró muy partidario de ello. “Creo que no veremos este libro ni los anteriores en la televisión o el cine, porque tengo la sensación de que ya hago muchas cosas para estos medios y, además, me parece interesante que se mantenga en formato libro. Cuando hayan transcurrido muchos años, dieciocho o veinte, ya veremos qué ocurre con ellos. ‘El mundo amarillo’, por ejemplo, es un libro joven y todavía está bajo mi tutela”.
Por último, Espinosa manifestó sentirse especialmente motivado por encontrarse en Valencia. “Me hacía mucha ilusión estar aquí,  porque mi padre es valenciano y tenía especial interés en firmar libros por primera vez en la Feria del Libro del Jardín de los Viveros. Solo espero que no llueva y pueda venir mucha gente”. Igualmente cómodo parecía sentirse con relación a la promoción de su novela. “Me gusta estar de promoción dos o tres meses porque es como presentar a un hijo recién nacido. Ojalá siga los pasos de ‘Si tú me dices ven… pero dime ven’, que se vendió fenomenal y se publicó en veintitrés países”.  
Herme Cerezo/SIGLO XXI, 06/05/2013