«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

sábado, 5 de octubre de 2013

Reyes Monforte, escritora: “Creo que es bueno que el pasado esté presente”

Laia es una joven saharaui que ha empezado una vida nueva en España: va a estudiar una carrera, planea irse a vivir con su novio, Julio, y su familia de acogida la quiere y la apoya. Sin embargo, su felicidad se ve empañada por el terrible peso de los recuerdos: nadie conoce el oscuro secreto que consiguió dejar atrás entre las jaimas que forman el campamento de Dajla. Y ahora ese pasado ha vuelto para reclamarla. El padre de Julio, Carlos, también guarda para sí una historia de amor vivida treinta y cinco años atrás, pero con un escenario común: el amor de su vida, Maima, a la que conoció en Villa Cisneros, desapareció con la entrada de los ejércitos marroquíes para la ocupación del «Sahara español» en noviembre del 75 y nunca supo nada más de ella. Cuando Laia desaparece arrastrada a tierras africanas por los fantasmas de su pasado, las dos historias de amor cobran a la fuerza un nuevo rumbo. Laia y Julio; Carlos y Maima. Un baile entre personajes que se entremezclan en el presente y el pasado, unidos por un destino común: un amor imposible. Estos son las credenciales que presenta ‘Besos de arena’, la nueva novela de Reyes Monforte, editada por Temas de Hoy, sobre la cual pude conversar con la escritora madrileña hace unas fechas.

Reyes, ¿a la hora de sentarse a escribir una nueva novela pesan mucho las más de cuarenta ediciones vendidas de ‘Un burka por amor’?
No, en absoluto. Las ediciones no pesan, son una bendición, un placer. Ni siquiera sentí presión para escribir la segunda novela a pesar de que me lo advirtieron. La verdad es que nunca he tenido esa sensación.
 
Dedicas la novela a Pepe Sancho, ¿llegó Pepe a leer la novela? 
Le he dedicado esta y todas la anteriores. Pepe no llegó a leerla aunque sí que conocía la historia. La novela tenía que haberse publicado en abril pero por razones obvias, su muerte ocurrió en marzo, no pudo ser.
 
En ‘Besos de arena’ mezclas amor, romanticismo y reivindicación política, ¿todo a partes iguales? 
No, simplemente la historia ha salido así. Y reivindicación política la verdad es que hay poca porque la política es un terreno delicado y allí donde entra se complica todo. La novela es una historia de amor, con sus puntos buenos y malos, en la que no he aplicado ninguna fórmula de porcentajes preconcebida.

¿De dónde arranca esta historia?
Todo comenzó con un papel que me enseñó un amigo. Se trataba de la cédula de liberación de una mujer saharaui, emitido por un tribunal de Tinduf que llevaba fecha de 2007. Me extrañó tanto que en un territorio que había sido español todavía existiera esclavitud, que me puse a escribir en seguida. La acción se desarrolla en el mismo escenario, cuarenta años antes y cuarenta años después, así pude conocer cómo había sido la colonia española con su capital Villa Cisneros y la vida de los españoles que la habitaron.

Has narrado en tercera persona, ¿por qué?
Siempre que empiezo una novela digo que la voy a escribir en primera persona, pero luego termino haciéndolo en tercera. Debe ser costumbre de periodista y porque la tercera me permite mantenerme un poco al margen.

¿Ha sido laborioso el proceso de documentación para escribir ‘Besos de arena’?
Para documentarme he visitado hemerotecas, he leído libros y he hecho entrevistas, o sea, de todo. Precisamente cuando más disfruto es durante este proceso de investigación, en el que formas un puzzle cuyas piezas encajas después. Lo que más me gustado ha sido conversar con saharauis y españoles que vivieron en aquel territorio. Recuperar la vida de los españoles de la capital, Villa Cisneros, me ha resultado muy atractivo, a pesar de que algunos tenían reparos para hablar.

¿Quedan muchos restos de la presencia española allí?
Vestigios quedan muy pocos, casi ninguno. Se han destruido muchas cosas. La mayoría de los personajes de la novela son de ficción, pero hay uno, que se llama Bou, que vivió la época de mayor presencia española en la colonia. Siendo musulmán, ha hecho todo lo posible para que se mantenga en pie la única iglesia que queda y lo ha hecho justamente para que sirva de recordatorio de nuestra presencia.

¿‘Besos de arena’ es una novela coral?
Sí, creo que finalmente ha resultado bastante coral. He introducido muchos personajes porque la situación tan enquistada que viven marroquíes y saharauis es un problema difícil y la narración lo requería así para exponer los distintos puntos de vista. Las personas que me han ayudado a documentar el libro vivieron los mismos hechos de maneras totalmente diferentes, lo que me ha resultado muy sorprendente. Cada uno me ha ofrecido su verdad y resulta difícil ponerse de un lado u otro. Como narradora no he tomado partido, porque en cuestiones políticas las situaciones son complicadas y cada uno defiende su verdad y muchas veces lo hace con métodos poco honorables.

‘Tiempo de costuras’, ‘Palmeras de Nieve’ y ‘Besos de Arena’ o lo que es lo mismo tres mujeres, María Dueñas, Luz Gabás y Reyes Monforte, escribiendo sobre temas parecidos.
No me había dado cuenta y además las tres para la misma editorial. Sí, es una casualidad. Lo mío surgió al ver ese documento que citaba al principio y luego descubrí la presencia española en la historia. Creo que es bueno que el pasado esté presente y por eso decidí escribir sobre él.

Actualmente, ¿existe la misma fascinación en Oriente por Occidente y viceversa?
Creo que se ha perdido mucho encanto en ambos lados. Hace unos años, cuando el mundo musulmán no estaba tan agitado, lo veíamos como un lugar con atractivo y que nos fascinaba. Ahora se ha perdido esa atracción, sobre todo de Occidente hacia Oriente, fundamentalmente a causa del miedo. Los niños que han nacido en los campos de Tinduf no tienen horizonte y ven Occidente como un sueño, como un modo de tener una vida mejor. Ellos ven la televisión gracias a la energía eléctrica que les proporcionan las placas solares, están muy pendientes de lo que hacen el Real Madrid o el Barça y probablemente no tienen para comer o beber. Es un mundo de contrastes.

En un momento de la novela, la protagonista le pide a Julio que nunca se canse de buscarla, cuando uno busca y otro espera, ¿cuál de los dos sufre más?
Buena pregunta. Pues creo que si el amor es igual para ambos se sufre lo mismo, porque cuando sabes que una persona está lejos y que lo pasa mal, tú también lo pasas mal. Creo que todo depende del grado de amor que tenga cada uno de ellos.

¿Se pierden con mayor facilidad los amores en el desierto?
Creo que depende de la historia de amor. Si es verdadero y los protagonistas están implicados, no creo que la pérdida dependa del escenario donde se desarrolle. En momentos históricos muy complicados se han vivido grandes historias de amor. Si el amor es auténtico, sobrevivirá a todo. A mí me gusta que la historia de amor que vivió su padre en Villa Cisneros, la viva Julio, su hijo, cuarenta años después en el mismo lugar y con una saharaui.

¿Para ser de novela, es preciso que el amor sea imposible?
Lo más importante es el amor cotidiano. Los otros son peliculeros y novelescos. Claro que un poco de sufrimiento para las novelas siempre viene bien.

La penúltima: ¿dónde está Reyes Monforte en el libro?
Creo que yo no estoy en la novela, al menos no me encuentro. Quizá aparezca en algún guiño.

¿Estás enfrascada ya en algún nuevo proyecto?
Sí, ya estoy trabajando en una novela nueva, pero no te puedo contar nada por adelantado. Será una historia muy pegada a la vida, porque es lo que nos afecta más a todos, y que tendrá otros muchos alicientes.

SOBRE REYES MONFORTE
 
Reyes Monforte (Madrid, 1973) es periodista y escritora. Su trayectoria profesional ha estado marcada por su trabajo en la radio, donde ha dirigido y presentado diversos programas en diferentes emisoras durante quince años, entre las que cabe destacar Onda Cero y Punto Radio. También ha colaborado en varios programas de televisión en Telemadrid, Antena 3 TV, La 2, o El Mundo TV ejerciendo de colaboradora y, en algunos de ellos, de guionista.
Actualmente es columnista de La Razón. Su primer libro, ‘Un burka por amor’ ha alcanzado las cuarenta y ocho ediciones vendidas y fue llevado a la pequeña pantalla en una miniserie. Tanto esta como sus posteriores publicaciones, ‘Amor cruel’,La rosa escondida’, ‘Historias de amor que dejan huella’ y ‘La infiel’, han sido traducidas a varios idiomas.