«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

miércoles, 2 de julio de 2014

Jeff Kinney, dibujante y escritor: “’El Diario de Greg’ es como una ventana por la que me asomo al pasado”

Su nombre completo es Jeffrey Patrick Kinney, aunque se le conoce más como Jeff Kinney. Hace un par de semanas visitó Madrid, Barcelona y Valencia para contactar con una parte de sus millones de seguidores. En su estancia en la capital del Turia, pude hablar con él durante unos minutos, a primera hora de la mañana, recién levantado y desayunado. Jeff está casado y tiene de dos niños de 9 y 11 años a los que les encanta el trabajo de su padre. Desde muy joven intentó vivir de los cómics, aunque resultó ser más complicado de lo previsto. “Mi primera meta fue ser dibujante, pero este sueño me duró tres años, tres años de cartas rechazadas por los editores a los que enviaba mis trabajos. Así que decidí olvidarme del humorismo gráfico y fusioné mis dibujos con la escritura”. Al principio, Jeff se conformaba con que su producto estuviera bien terminado y que fuera del agrado de su familia, por eso ahora se sorprende al ver que ha llegado a un público tan numeroso. El éxito ha cambiado su forma de vivir. “Me parece curioso y cómico a la vez. Es como si tuviera dos vidas distintas. En una, vivo en una pequeña ciudad de Massachusetts, donde llevo una existencia apacible y nadie se mete conmigo; en la otra, me sumerjo en un mundo en el que me siento como una estrella”. Para preparar sus libros, Kinney necesita apartarse del mundanal ruido. “Me resulta muy difícil escribir si no estoy aislado, sobre todo cuando hago chistes y bromas. Y como tengo un trabajo a tiempo completo, lo hago de noche y durante los fines de semana”.


El punto de partida de su fulgurante carrera -antes Jeff se desempeñaba como informático-, lo marca la aparición en su vida de un tipo llamado Greg Heffley, un joven de doce años, que baila en la permeable y delicada frontera que separa y une la infancia y la adolescencia. “Quería crear un personaje que pareciese haber sido dibujado por un niño. Y para ello necesitaba utilizar el menor número de líneas posible”. Esa simplicidad de trazo, es lo que en el lenguaje del cómic se conoce como la línea plana. “Me gustaban los cómics de este estilo y los devoraba de pequeño, aunque los textos que los acompañasen no estuvieran bien escritos. Además, el trazo sencillo favorece muchísimo mi trabajo en el ordenador”. Greg es el segundo de una familia de tres hermanos, el mayor se llama Rodrick y el pequeño Manny, y tiene todos los tics de los niños que ocupan el centro de la estela familiar. “Es tan prototípico que incluso cursa los estudios intermedios dentro del ciclo educativo norteamericano”. Estados Unidos es un país con una enorme tradición de dibujantes de cómic y por momentos, ‘El Diario de Greg’ remite a los Peanuts del genial Charles Schulz. “Solía pensar que sí que estaba influenciado por los Peanuts, pero me he dado cuenta de que no soy el único, porque en muchos artistas posteriores se nota la influencia de Schulz. Además el dibujante cuya presencia percibo más en mi obra es Gary Larson, al que he leído mucho. Ignoro si es muy conocido o no en España”.

Jeff Kinney se tomó su tiempo para desarrollar el perfil de Greg Heffley. “Estuve cuatro años explorando mi infancia y tratando de recordar cómo era yo entonces, de capturar la mayor parte de datos de aquellos años y recuperar todas mis conductas de entonces. De hecho, los diarios son como una ventana a través de la cual me asomo al pasado”. Antes de lanzarse a escribirlos hizo un ensayo. “Cuando tenía veinte años, escribí un diario, que en cierta manera me ha servido como prueba para todo lo que ha venido después”. A pesar de lo anterior, Jeff Kinney considera que sus historietas no son completamente autobiográficas. “En casi todos los episodios que aparecen en El Diario hay algo de verdad y algo de mi infancia, pero yo no las calificaría como autobiográficas porque he introducido en ellas muchos elementos de ficción”. Una peculiaridad de la serie es que está basada en la realidad pero no en hechos reales concretos sino en valores universales. “Cuando comencé a escribir El Diario, deseaba que sus contenidos fuesen permanentes, que no estuvieran unidos a ninguna referencia personal. Más adelante vi que también tenía que evitar alusiones a ningún espacio físico concreto, porque lo que pretendía es que lo que hago se entienda en cualquier parte del mundo. ‘El Diario de Greg’ es más bien un viaje existencial”.

Hasta ahora, la serie de Greg consta de siete volúmenes publicados en España: ‘Un pringao total’; ‘La ley de Rodrick’; ‘¡Esto es el colmo!’; ‘Días de perros’; ‘La cruda realidad’; ‘¡Atrapados en la nieve!’; y ‘Buscando plan…’. Pero, Jeff Kinney ya tiene en mente futuros proyectos. “Creo que intentaré escribir otra colección de libros, aunque no sé si funcionará tan bien como esta, y utilizaré esta misma fórmula de mezclar dibujos y texto, porque mis imágenes y mis escritos son inseparables, son mi estilo”.











SOBRE JEFF KINNEY

Jeff Kinney, nacido en 1979 en Maryland, Estados Unidos, siempre quiso ser  dibujante de cómics. Tras ganarse la vida en otros menesteres (diseñador de un periódico y programador informático) y después de seis años de trabajo consiguió publicar ‘El Diario de Greg’, cuya versión on line hasta el día de hoy ha recibido más de ochenta millones de visitas. A partir de 2006 vieron la luz las aventuras de Greg en formato libro, que en España edita RBA, y rápidamente alcanzaron los primeros puestos de las listas de ventas. Actualmente Kinney se dedica al diseño y desarrollo de juegos online y reside en Plainville, Massachussetts.