«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

lunes, 11 de mayo de 2015

Las entrevistas de la Fira del Llibre 2015 (VI): Juan Eslava Galán, escritor, Premio Primavera de Novela 2015: “Desde la época de Cervantes, el castellano lo hemos descafeinado y lo utilizamos mal”.

En Valladolid y a las puertas de la casa de Miguel Cervantes ha aparecido el cadáver del hidalgo Gaspar de Ezpeleta, al que han apuñalado. Una vecina beata acusa al escritor y a sus alegres hermanas, las Cervantas, de estar implicados en el asunto y acaban encarcelados. La duquesa de Arjona, gran admiradora del escritor, requiere los servicios de la joven Dorotea de Osuna para que acuda a Valladolid e investigue el caso, conocedora de sus habilidades en este campo. A través de su indagación, asistiremos a un auténtico retrato de la España del Siglo de Oro, un país cansado por las guerras, lleno de vagos y tipos improductivos, nobles, clérigos, pícaros, maleantes, busconas, rufianes a sueldo y veteranos de las guerras, en suma, lo mejor de cada casa. Con todos estos elementos y alicientes, que no son pocos, Juan Eslava Galán ha armado una novela, ‘Misterioso asesinato en casa de Cervantes’, editada por Espasa, por la que acaba de ser galardonado con el Premio Primavera de Novela 2015.




Además de felicitarle por el premio, parece oportuno empezar la entrevista preguntándole a Juan Eslava Galán si Cervantes se ha convertido en su talismán literario, o viceversa, ya que con dos novelas suyas, la presente y ‘El comedido hidalgo’, cuyo protagonista es Don Miguel, ha obtenido sendos premios y, además, de los importantes. “Cervantes me trae muchísima suerte – afirma –, pero a él le debo algo más porque yo aprendí a leer con El Quijote. Cuando era pequeño, en las escuelas andaluzas el único libro que había era el suyo y todos los días nos lo pasábamos y cada uno leía el párrafo que le correspondía.  Yo, además, intento que Cervantes me enseñe a escribir”. Esa fidelidad de Eslava Galán hacia el de Alcalá de Henares ha de tener alguna clave oculta, algo le lleva hacia él y su universo desde siempre. “Ahora, en mi madurez, de Cervantes me atrae toda la densidad estilística y también filosófica que encuentro sobre todo en la segunda parte del libro. El Quijote lo lees a lo largo de las distintas etapas de tu vida y siempre descubres algo nuevo, quizá porque el otro ingrediente de la lectura, que es uno mismo, también va creciendo. De todos modos es una obra que picoteo continuamente, es mi libro de cabecera”. Siendo un escritor tan importante en nuestro país, no se fomenta adecuadamente el acercamiento de los jóvenes al Quijote. “En general, los planes de estudio están mal encauzados. A un chico de catorce años no se le puede meter de cabeza en ‘La Celestina’, hay que introducirlo en la lectura a través de otro tipo de literatura, de vampiros, de aventuras o de lo que sea, para conseguir interesarlo. Con el sistema que se emplea actualmente, lo único que conseguimos es todo lo contrario: vacunarle para que no lea nunca”.

La figura de Cervantes parece eclipsada por su faceta escritora. Su vida fue muy rica en acontecimientos y, sin embargo, apenas sabemos nada de su carácter. “Cervantes fue un hombre desventurado, autodidacta, que tuvo que aprender el oficio de novelar en Italia, a donde tuvo que huir tras un asunto de armas y donde entró en contacto con la gran cultura. Su aprendizaje fue el ideal para todo novelista: por un lado leído y por otro vivido. Fue soldado y luchó en la batalla de Lepanto; lo apresaron los piratas y permaneció cautivo durante cinco años en Argel; se ganó la vida como comisario de la Armada; fue cobrador de impuestos y llevó una vida intensísima, propia de un hombre fracasado, pero que entró en contacto con todos los esquemas sociales del momento. Estoy convencido de que ni él mismo se daba cuenta de lo que había vivido”. Desde este punto de vista, Cervantes se presenta entonces como una fuente inagotable de recursos para novelar.”Sin duda que lo es y no me explico cómo, con tantas series que se hacen últimamente en televisión, ninguna trata sobre él”.

‘Misterioso asesinato en casa de Cervantes’ está basado en un hecho real, real y documentado. “Igual que todos los aficionados a Cervantes, sabía que había estado en la cárcel como sospechoso de un asesinato, pero hace un par de años cayó en mis manos el proceso completo de Gaspar de Ezpeleta. Al leerlo, además de constatar que estaba escrito en el típico castellano jurídico de entonces, vi que de allí salía una novela negra que trataría de una época en que la corte se había empobrecido de modo considerable”. Eslava Galán, por tanto, se ha decantado por el género negro para escribir un retrato con crimen del siglo XVII español. “Efectivamente esta novela también es un retrato de época, teniendo en cuenta que yo soy muy cuidadoso en estos aspectos y aprovecho mis trabajos previos sobre un momento histórico que tengo muy estudiado”. Y para narrar, para contar esta historia, ha utilizado castellano antiguo ma non troppo, de este modo evita el desasosiego del lector. “He procurado utilizar castellano viejo dentro de un límite. En la anterior novela ‘El comedido hidalgo’ entré más a fondo en esta cuestión, pero como ahora parece que somos más cómodos y necesitamos que todo nos lo den más fácil, he utilizado un lenguaje más diluido”. Algo que llama la atención es que el escritor jienense ha recuperado significados de algunas palabras que habían quedado ya en el olvido. “Parto de la base de que en la época de Cervantes el castellano ha alcanzado su plena madurez. Desde entonces ha ido evolucionando y ahora, por mor de la publicidad, lo hemos descafeinado y lo utilizamos mal. Digamos que ha ido perdiendo sustancia y a mí me encanta el castellano de entonces porque tenía sustancia”.

La novela se desarrolla en Valladolid que, durante  los años 1601 a 1606, fue la capital de España. La ciudad tenía cerca de sesenta mil habitantes, la cuarta parte de los cuales se decía que eran mendigos y otro cuarto gentes sin oficio claro. “Valladolid fue el primer pelotazo urbanístico bueno de la Historia de España – explica Juan Eslava -. El Duque de Lerma, válido de Felipe III, un pipiolo de dieciocho años que se dejaba manejar, había comprado a muy buen precio muchos terrenos allí e hizo trasladar la corte para venderlos a los nobles que precisaban adquirir palacios para estar cerca del rey. En 1606 la corte regresó a Madrid y se produjo un segundo pelotazo. Cuando Lerma cayó en desgracia,  hizo que le nombraran cardenal, con lo cual gozaba de inmunidad eclesial para eludir la acción de la justicia. “El mayor ladrón de España, por no morir ahorcado, se vistió de colorado”, decían unos versos que entonces se hicieron muy famosos”. Cervantes y sus hermanas  también vivían en la capital del Pisuerga. “El Cervantes que encontramos en Valladolid es un hombre ya viejo, que vive de los corretajes y que acaba de publicar la primera parte del Quijote, que no le ha reportado suficientes ganancias. Sus hermanas eran modistas y vivían donde la corte, porque allí era donde tenían su negocio. Cuando la capital regresó a Madrid, volvió también toda la familia”.

La protagonista de la novela es Dorotea de Osuna, de oficio pesquisidora, de ahí deriva sin duda la palabra pesquisa tan conocida en ámbitos detectivescos. Resulta al menos curioso que una mujer, vestida de hombre, sea la protagonista de una novela policial enclavada en el siglo XVII. “Dorotea es un personaje de la primera parte del Quijote, donde ya aparece vestida de hombre. Don Quijote se la encuentra en Sierra Morena mientras va en busca de su amante. La figura femenina con ropas masculinas era muy frecuente en el teatro de entonces y también en la vida real. Algunas mujeres echadas para adelante utilizaban este recurso para evitar el papel segundón que les atribuía la sociedad. Se pensaba entonces que la instrucción y la lectura de libros llevaba a los hombres al brasero, es decir, a la hoguera, y a las mujeres, a la casa llana, o sea, a prostituirse. Se procuraba que cuantas menos cosas supiera la mujer, mucho mejor. Con su marido y ocupándose de la casa, tenía suficiente”.

Cuando caes en manos de escribanos y jueces puedes darte por perdida, porque aún sabiéndote inocente entretendrán el pleito hasta arruinarte la hacienda y la fama. De eso viven”. El párrafo pertenece a la página 21 de ‘Misterioso asesinato en casa de Cervantes’ y de él deducimos que los españoles de entonces no tenían un concepto muy bueno de la justicia. “Si lo comparamos con situaciones actuales no hemos evolucionado mucho, el paralelismo es evidente”, señala Juan Eslava Galán que, antes de despedirse, comenta su próximo proyecto. “Estoy preparando un nuevo libro, que aparecerá dentro de dos años porque conlleva un trabajo muy laborioso. Tendrá por título ‘De los presos políticos a los políticos presos’. Como se ve en seguida – sonríe –  resulta muy fácil deducir de qué va el asunto”. Un escritor tan prolífico como él, y tan diversificado, nunca puede tener en reposo mucho tiempo su estilográfica. Afortunadamente.

Herme Cerezo/Diario SIGLO XXI, 11/05/2015

SOBRE JUAN ESLAVA GALÁN

Juan Eslava Galán (Arjona, Jaén, 1947) es doctor en Letras. Entre sus ensayos destacan ‘Una historia de la guerra civil que no va a gustar a nadie’, ‘Los años del miedo’, ‘El catolicismo explicado a las ovejas’, ‘Historia de España contada para escépticos’, ‘De la alpargata al seiscientos’, ‘Homo erectus’, ‘La década que nos dejó sin aliento’, ‘Historia del mundo contada para escépticos’, ‘La primera guerra mundial contada para escépticos’, ‘Cocina sin tonterías’ (junto con su hija Diana), y recientemente ‘La segunda guerra mundial contada para escépticos’. Es también autor de las novelas ‘En busca del unicornio’ (Premio Planeta 1987), ‘El comedido hidalgo’ (Premio Ateneo de Sevilla 1991), ‘Señorita’ (Premio de Novela Fernando Lara, 1998), ‘La mula’, ‘Rey lobo’ y ‘Últimas pasiones del caballero Almafiera’.

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