«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

sábado, 5 de marzo de 2016

El Leicester City, líder de la Premier League

Mahrez y Verdy celebran un gol.
Mientras la liga de fútbol en España es cosa de dos desde hace años (en algunas ocasiones se cuela un tercero y se lleva el título), en Inglaterra la Premier es otra cosa. Cada temporada al menos cinco equipos parten con posibilidades de campeonar: Manchester United, Manchester City, Chelsea, Arsenal y Liverpool, sin olvidar a los eternos aspirantes sin confirmación: Everton o Tottenham. Eso garantiza una cierta emoción o, al menos, que el campeonato no se decida en el mes de febrero de cada año. 

Claudio Ranieri
Esta temporada, sin embargo, se ha colado como líder, de momento inalcanzable, el Leicester City, los foxes, un modesto que, comandado por el veterano Claudio Ranieri, a falta de nueve partidos para concluir la competición, aventaja en cinco puntos al segundo clasificado, el Tottenham, y en ocho al tercero, que es el Arsenal de Arsène Wenger. Más lejos queda el Manchester City, a diez exactamente. Los de Pellegrini este año no andan demasiado finos.

Hace un rato el Leicester se ha impuesto al Watford a domicilio. Le ha derrotado en su cancha de Vicarage Road. Un solitario gol del exquisito, e intermitente jugador, Mahrez ha bastado. El secreto del Leicester radica en el trabajo de equipo que ha impuesto el técnico italiano, que repite las estructuras de otras escuadras anteriores a las que entrenó y con las que cosechó éxitos, el Valencia C.F., sin ir más lejos: buena defensa, contraataque con dos puntas veloces y efectivas, y estrategias en el juego a balón parado. 

El King Power Stadium
Carece el Leicester de grandes figuras, pero en cambio dispone de jugadores que trabajan mucho. En este sentido, Drinkwater y el nigeriano Kante se llevan la palma. Albrighton pone el toque de calidad en el medio campo. Schmeichel es un portero sobrio, sin más aditamentos; los centrales Huth y Morgan van bien por alto, son contundentes y, de vez en cuando, se suman al ataque con éxito. Arriba el ya citado Mahrez y Jamie Vardy, máximo realizador del equipo, se convierten en pesadillas para los defensores contrarios. 

Sería bueno, estupendo diría yo, que los foxes ganasen la Premier, todo un aviso para navegantes y el preludio de una nueva temporada, la 2016-2017 en la que los favoritos de siempre, heridos en su orgullo, tirarán la casa por la ventana, reforzarán plantillas y ofrecerán a sus aficionados otra campaña, si cabe, más emocionante que esta. 

Herme Cerezo