«Desde su agujero de arcilla escuchó el eco de las voces que lo llamaban y, como si de grillos se tratara, intentó ubicar a cada hombre dentro de los límites del olivar» (Jesús Carrasco, Intemperie)

viernes, 29 de julio de 2016

Eva Gª. Sáenz de Urturi: «El ambiente y el paisaje del País Vasco son muy apropiados para el género negro»

Un asesino en serie corre por las calles de Vitoria. Actuó por primera vez hace veinte años, pero la reciente aparición de dos nuevos cadáveres ha hecho que vuelva a cundir el pánico en la ciudad de la Virgen Blanca. Sin embargo, el principal sospechoso, un arqueólogo aficionado a la televisión y al esoterismo, está en la cárcel y nadie sabe si ha conseguido un cómplice o si le ha salido un imitador. Unai López de Ayala y Estíbaliz Ruiz de Gauna serán los policías encargados de llevar a cabo la investigación. Con estos aditamentos, Eva Gª Sáenz de Urturi ha escrito ‘El silencio de la ciudad blanca’, editado por Planeta, un thriller con el que debuta dentro del género policiaco. La similitud con ‘El silencio de los corderos’ de Thomas Harris parece evidente y, por tanto, la primera pregunta sale sola:
Eva, ‘El silencio de los corderos’ está muy presente en tu nueva novela, ¿no crees?
Todo el mundo me pregunta lo mismo, pero la verdad es que no la he tenido presente. Incluso hay quien cita escenas concretas, pero yo no encuentro ningún paralelismo entre ambas. En su momento, ‘El silencio de los corderos’  no consiguió engancharme y su versión cinematográfica tampoco. Y es que cuando en un libro hay mutilaciones y barbaridades de ese estilo me echa para atrás, me repele.



La última vez que te entrevisté habías escrito una novela histórica, ahora te has enfrentado a un thriller, ¿a qué se debe ese giro tan notorio?
Sí, es un cambio notable y aunque dirijo algún guiño al género histórico no tiene nada que ver. Como escritora soy lo que leo y, después de publicar tres novelas históricas, estaba saturada de documentación e investigación. Así que para desengrasar leí bastantes novelas negras y llegó un momento en que sus tramas me engancharon y me planteé la posibilidad de escribir una historia como esta.
¿Cuál fue el chispazo que desencadenó la escritura de ‘El silencio de la ciudad blanca’?
El arranque fue un título. Me desperté pensando en ‘Los crímenes de la calle Morgue’ de Poe y, en la duermevela, surgió la frase ‘Los crímenes de la calle Dato’, que es la arteria principal de Vitoria, la ciudad donde nací. Comencé a pensar en todas las estatuas, imágenes y monumentos que hay allí y, de repente, los crímenes brotaron por sí solos colocándose al lado de cada monumento. Entonces me di cuenta de que había una novela. A la mañana siguiente se me ocurrieron todos los personajes y algo más tarde busqué los demás escenarios para complementar la acción principal.
¿En el País Vasco y en Navarra la novela negra vive un momento especialmente brillante?
Bueno, hay una eclosión del género porque el paisaje y el ambiente son muy apropiados. Antiguas tradiciones como los rituales o la misma mitología vasca contribuyen a ello. Pero no solo el País Vasco o Navarra son territorios especialmente aptos para estas narraciones, lo es todo el Norte de España porque también encontramos novela negra en Cantabria y Galicia. El hecho de que sean ciudades pequeñas, donde un crimen es más fácil de ubicar, también tiene su importancia.
¿Por qué escogiste ‘El silencio de la ciudad blanca’ como título?
Lo de ciudad blanca es porque la patrona de Vitoria es la Virgen Blanca y toda la historia se desarrolla durante el transcurso de las fiestas patronales. Además, en invierno las  nevadas son muy importantes y hay semanas que la ciudad es blanca por completo. Por otro lado, he de decir que el silencio de Vitoria es muy elocuente, porque toda la almendra central es peatonal y carece de tráfico rodado. A media mañana muchos días no se oye nada, algo que contrasta enormemente con el bullicio de otras capitales como, por ejemplo, Alicante, donde resido.
En principio, un thriller parece obligar al escritor a seguir escrupulosamente un guión, ¿es este el caso en esta novela?
El esquema es un elemento siempre orgánico, aunque luego lo voy cambiando. En este sentido depende mucho de la trama y de los personajes de cada caso, por eso es fundamental construir una escaleta de situaciones a medida para cada novela.
A Unai López de Ayala, protagonista principal, le secunda Estíbaliz Ruiz de Gauna, ¿investigan mejor las mujeres que los hombres?
Creo que en la práctica da igual, yo no veo diferencias entre hombres y mujeres policías. Ya tienen bastante con superar las trabas legales y judiciales de los procesos y realizar correctamente su trabajo. Es más una cuestión de carácter de cada uno. Como protagonista principal escogí a Unai porque siempre me he sentido más cómoda escribiendo desde una perspectiva masculina, no hay ninguna otra razón.
Por la novela se mueve un psicópata, ¿qué lleva a una persona a convertirse en un asesino en serie?
Siempre hay un desencadenante emotivo, una desgracia o un trauma que les lleva a matar. A continuación surge un elemento de adicción, porque un crimen les excita psicológica y físicamente, liberan endorfinas y tienen un subidón, para ellos es como una droga. Una vez cometido, se mantienen calmados durante un tiempo. Este periodo de calma depende del carácter de cada individuo y, una vez finalizado, vuelven a sentirse nerviosos y desean repetir lo que ya han hecho pero mejorándolo, porque ellos no se arrepienten de lo que hacen. En ocasiones se llevan un trofeo de la víctima para recrearse en su hazaña y también dejan su firma o un sello de su identidad.
Los cadáveres aparecen a dúo, enfrentados, desnudos, acariciando la cara de su pareja, ¿estamos ante una muerte ritual?
Sí, pero no quiero desvelar nada de la novela. Solo diré que el asesino reproduce la escena de un ritual.
¿Hay lugar en la novela para los personajes «grises», los que no son ni buenos ni malos del todo?
Claro que lo hay, lo que ocurre es que los personajes buenos son más sosos, porque presentan unas expectativas morales limitadas y no pueden decepcionar al lector. Resulta más fascinante el malo, que no tiene límites y posee mayor libertad de acción. Además como los psicópatas son camaleónicos, fingen una normalidad que no tienen, ya que carecen de sentimientos.
Sáenz de Urturi, Ortiz de Zárate, López de Ayala… el protagonista llega a decir que hay que vigilar de modo especial a las personas con apellido compuesto, ¿cómo se ha recibido la novela en Vitoria?
En Vitoria está ocurriendo un juego de parecidos razonables. La gente busca la similitud entre mis personajes y seres reales y me preguntan si son ellos. Como se trata de una ciudad pequeña, se han establecido paralelismos y comparaciones que ni tú misma habías imaginado, lo que demuestra que cada lector lee su novela, no la que tú has escrito, sino la suya. Por mucho que tú quieras, la primera imagen que percibe un lector de un determinado personaje no puedes cambiarla. Y eso está ocurriendo para bien y para mal, porque hay personajes buenos, malos, negros, blancos, claros, oscuros…
La última por hoy: ¿Vitoria se ha revelado como un buen escenario para un thriller?
Escogí Vitoria como escenario porque resultaba muy pertinente que así fuera. Yo soy vitoriana, llevaba mucho tiempo documentándome sobre la ciudad por otros asuntos y sabía que era preciso narrar dentro de su entorno. Su pasado histórico resultaba idóneo para colocar allí todos estos asesinatos.

Herme Cerezo

SOBRE EVA Gª. SÁENZ DE URTURI

Eva Gª Sáenz de Urturi (Vitoria, 1972) es escritora, conferenciante, formadora y experta en Social Media, diplomada en Óptica y Optometría. Trabaja en la Universidad de Alicante. En 2012 irrumpe en el mundo literario tras autopublicar en Amazon ‘La saga de los longevos’ que, con la ayuda de los propios lectores, se convirtió en un fenómeno viral de redes sociales y de ventas. En 2013 publicó ‘Pasaje a Tahití’, a la que un año después seguiría ‘Los hijos de Adán’, la esperada segunda parte de “La saga de los longevos”. Durante un tiempo, Eva colaboró en el programa ‘Punto de vista’ de la Cadena Ser, recomendando libros de ficción y de empresa.
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